Gabriela Alcalá, profesora de la Facultad de Ciencias de la Educación, recomienda que los maestros usen recursos audiovisuales y realicen actividades interactivas para motivar al niño. Asimismo, sugiere la ayuda familiar en este proceso.
Por Betsy Salazar Guerrero. 27 mayo, 2021.Las clases virtuales constituyen un reto para profesores, alumnos y padres de familia. En este contexto, muchos niños con problemas de trastorno de déficit de atención han presentado ciertas dificultades para desarrollarse adecuadamente en las sesiones no presenciales. Ante ello, Gabriela Alcalá, profesora de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Piura, sostiene que los niños con este tipo de problemas necesitan de un programa especial para lograr concentrarse en actividades concretas, y que es de vital importancia que cuenten con el apoyo de padres y maestros.
Durante las clases presenciales, estos estudiantes podían ser atendidos, mientras sus otros compañeros desarrollaban actividades de forma autónoma. Sin embargo, dice la educadora especialista en escolares de Primaria, en la virtualidad el niño no solo tiene los distractores del entorno, como los objetos de su casa, ruidos de la calle, televisión, conversaciones de la familia, etc. sino, además, todo lo que el dispositivo al que está conectado puede ofrecerle, lo cual obstaculiza más la atención y puede traer como consecuencia un bajo rendimiento escolar.
En las clases, los niños necesitan una mayor ayuda pues el aprendizaje empieza con la atención; sin ella, no hay comprensión y menos retención. Por esta razón, Alcalá sugiere a los docentes identificar quiénes son los alumnos con estos problemas y, luego, conversar con la familia para conocer si es que tienen un problema de atención o también de hiperactividad, pues puede darse el caso que aún no haya sido diagnosticado.
El maestro debe generar sorpresa antes de presentar el contenido de la clase y usar todos los recursos audiovisuales necesarios (canciones, videos, juego en Kahhot, Canva, Jamboard, entre otros), que permitan que el niño esté atento la mayor parte del tiempo, indica la especialista. Asimismo, se deben generar actividades cortas cada cierto tiempo, para que los alumnos puedan intervenir e interactuar con los demás.
Estas actividades pueden ser concursos, ruletas interactivas o preguntas capciosas que ayuden a trabajar las capacidades de los niños y despierten su creatividad e imaginación. Durante las sesiones, también se les puede dar la oportunidad de realizar alguna actividad física mediante la danza, juegos de búsqueda, etc.
Ayuda familiar
Los padres son una guía importante en el proceso de aprendizaje de sus hijos por lo que es fundamental su apoyo ante estos problemas. Desde casa, refiere la profesora Alcalá, pueden colaborar ubicando un espacio de estudio limpio de distractores: una pared de color claro, sin cuadros o adornos, sin ruidos y en el que el niño tenga todo el material de estudio necesario para sus clases; así se evitará que se distraiga buscándolo.
Del mismo modo, los padres deben establecer un horario fijo para descansos y refrigerios. Incluso, agrega Gabriela Alcalá, se pueden premiar las conductas deseadas y explicar el porqué del premio; por ejemplo, si atiende a la profesora, participa en clase o realiza bien un ejercicio. “Se trata de darle aliento, motivarlo y hacerle entender la importancia de estar atento en clase”.